Los incendios y las
explosiones son siniestros provocados por el ser humano y pueden suceder en
cualquier edificio como casas, oficinas y escuelas. La forma de prevenirlos es
la inspección frecuente de elementos que pueden ocasionarlos.
Para iniciar un incendio
solo hacen falta tres cosas: aire, combustibles y una fuente de calor.
Las sustancias que se
activan con la presencia del oxigeno, pueden encontrarse en su forma sólida
(carbón, madera, plástico), líquida (gasolina, aceites, alcoholes, solventes) o
gaseosa (gas natural, metano, butano, propano, hidrógeno, etileno).
Como ya se ha dicho, el
oxigeno es el principal conductor por el cual un combustible puede arder, sin
embargo existen otros como el ácido perclórico, el ozono y el peróxido de
hidrógeno.
Las fuentes de calor que
motivan la ignición pueden ser sobrecargas, cortocircuitos eléctricos,
rozamientos entre partes metálicas, equipos de soldadura, flamas, chispas y
reacciones químicas, incluso muchos combustibles con alto número de átomos de
oxigeno pueden arder solos.
Para establecer un nivel de
seguridad contra incendios y explosiones se requiere desarrollar acciones
mínimas de prevención:
Cerillos
y Cigarros:
Apagar
perfectamente los cerillos y colillas de cigarros en ceniceros.
No
fumar en la cama.
Evitar
que los niños utilicen cerillos o encendedores.
Electricidad:
No
sobrecargar los enchufes con varios aparatos, especialmente aquellos de mucho
consumo, como calefactores, hornos, lavavajillas, Lavadoras, refrigeradores y
planchas.
Utilice
fusibles con el voltaje adecuado.
Cualquier
contacto flojo o mal instalado provoca calor.
Gas:
Revisar
periódicamente las instalaciones con ayuda del distribuidor de la compañía y
cambiar inmediatamente aquellas conexiones que tengan fuga o se encuentren en
mal estado.
Líquidos
inflamables y sprays:
Tener
solo los que sean necesarios y en cantidades imprescindibles y almacenarlos en
recipientes irrompibles, indicando su contenido.
Utilice
los líquidos inflamables y sprays sólo en lugares ventilados sin focos de calor
próximos.
Otras
acciones de prevención:
·
No
dejar nada cocinando en el fuego, ni aparatos eléctricos funcionando cuando no
esté en su domicilio.
Evitar
las corrientes de aire en la cocina, éstas pueden apagar la flama.
No
almacenar combustibles innecesarios, ropa vieja, periódicos, pinturas.
Revisar
frecuentemente la campana de la cocina y las instalaciones de gas.
Si
hay fuga de gas, no encender ni apagar luces y ventilar rápidamente.
Al
detectar olor a quemado, revisar y localizar su origen, puede tratarse de un
sobrecalentamiento de la instalación eléctrica que ocasione un cortocircuito.
En
las áreas de trabajo, mantener los pasillos o andadores siempre ventilados y
con suficiente iluminación; los ingresos o salidas del inmueble no deben ser obstruidos.
Instalar
extintores portátiles para incendios, clase A, B y C con capacidad de 4.5, 6 o
9 kilos, en lugares estratégicos y de fácil acceso, a no más de 1.50 metros de
altura a nivel del piso.
Quemaduras
en la Homeopatía
Escaldaduras. Si la
quemadura es profunda, destruyendo la piel. (Kali Bich).
Si aparece supuración
después de la quemadura. (Hepar).
Para efectos posteriores de
escaldaduras o quemaduras. (Caust).
Si hay una respiración
apresurada debido al shock (Phos o Aco).
Un excelente medicamento
para todas las etapas de la quemadura. (Canth).
Dolores agudos, de agonía,
en quemaduras de segundo grado (Urtica Urens).
Cuando amenaza gangrena (Ars-Alb).
En un paciente nervioso
(Stram).
Quemaduras de primer grado,
se puede aplicar localmente (Canth o Urtica Urens).
Quemaduras causando
contracturas (Caust).
Quemaduras por el sol
(Succus Calendula).
Para mayor información
acerca del tratamiento de las quemaduras consulte a su Homeópata.
Lic. Jorge Padilla Soto
Homeópata
www.clinikhom.mex.tl





