martes, 20 de octubre de 2015

El Rencor y La Desconfianza

En la sociedad actual, en la cual vivimos bajo un ambiente agresivo y competitivo, solemos desconfiar de todo y de todos; la Ira, la Tristeza y el Miedo se han apoderado de nosotros; Vamos por el mundo "intentando aprovecharnos de los demás, antes de que se aprovechen de uno".


La desconfianza, es concebida desde lo más profundo de nuestro ser, el dolor, el sufrimiento, la pérdida, la decepción entre otros han hecho del rencor y el resentimiento nuestros " aliados" cotidianos.






Al día de hoy, vivimos en un vaivén de emociones generado a la más mínima provocación, arrastrando un gigantesco lastre de culpa, frustración, impotencia, celos, envidia, desengaño y muchas más; no superamos el pasado y lo cargamos con nosotros todo el tiempo, revivimos una y otra vez las emociones que nos ocasionaron eventos o situaciones que nos acontecieron mucho tiempo atrás y no damos oportunidad al presente de manifestarse en su máximo esplendor.

Nos agobiamos por el trabajo que hemos perdido, por el dinero que tanto anhelamos, por la pérdida del ser querido, por la ruptura de la relación amorosa, por la decepción del amigo que nos ha "traicionado".

La Tristeza nos apresa cuando nos anclamos al pasado y el Miedo se revela al mirar al futuro, pero la realidad es que solo tenemos el presente, el momento.



El ayer es historia, el mañana un misterio, el día de hoy es un regalo, por eso le llaman "presente".
                                                                    Eleanor Roosevelt 






Nos sentimos tan ofendidos a cada momento, que incluso cuando alguien se nos acerca con buenas intenciones, lo rechazamos o descargamos sobre él/ella, el odio  y el rencor que nos ha sembrado otra persona, pero, ¿Que tan cierto es todo esto? es decir, ¿Las personas nos ofenden ó nosotros decidimos sentirnos ofendidos por sus acciones?

Uno es capaz de elegir como reaccionar ante las acciones de las personas que tenemos en frente, si bien es cierto, que "nuestras emociones tienen vida propia" también lo es la necesidad de aprender a controlar nuestras emociones, no me refiero a suprimirlas o a dejar de sentir, sino a aprender a mantener un equilibrio emocional y que no sea la Ira, el Miedo o la Tristeza, las que nos controlen.

Hay que aprender a soltar, dejar atrás aquello que ya se fue y que no podemos cambiar, estar abiertos a las posibilidades que la vida nos brinda, salir de la jungla en la que vivimos a un ambiente de cordialidad, de seres humanos, al final de cuentas el perdón libera a quien lo otorga, no al que lo recibe.

Si tienes dificultad para perdonar, si mantienes un escudo de desconfianza, si te encuentras irritable, deprimido o has perdido el control de tus emociones, es importante buscar ayuda, existen muchas terapias que nos permiten mantener la armonía entre nuestro cerebro y nuestro corazón.



Lic. Jorge Padilla Soto
Homeópata

clinikhom.mex.tl


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